Iglesia Parroquial
Al final de la Baja Edad Media su presencia era definitiva, estando la misma integrada en el Arziprestazgo de El Barco de Ávila y en el Obispado de Ávila. Es más que probable que existiera otra anteriormente, y la existente aunque vuelta a reedificar es característica de la arquitectura del siglo XVI.
Sabemos que se reedificó con exactitud entre el 1 de diciembre de 1985 y el 31 del mismo mes pero de 1987, es decir dos años y un mes duraron las obras.

Arquitectura:
Queda configurada de la forma siguiente:
"Tiene cabecera única orientada, una nave, sacristías al N. y S., y puerta a los pies y está construida de sillarejo con refuerzo de sillares en vanos y aristas. La cabecera es semiochavada cubierta con techumbre que debió ser un gran artesón en origen y hoy está simplemente reconstruida con viguería escuadrada. Por un arco escarzano sobre impostas de bolas, se comunica con la nave, en forma de salón con techo que también debió se de par y nudillo atirantado que igual que la cabecera es una reconstrucción actiual de esta forma.
La puerta de ingreso se abre en medio punto a los pies sobre salmeres moldurados, y el remate del hastial es una espadaña con dos arcos apuntalados bajo frontoncillo con bolas en las esquinas.
La planta de esta iglesia es un ejemplo característico de la arquitectura del siglo XVI y el arco de la cabecera nos está indicando una fecha tremprana dentro del primer cuarto. Sin embargo, las bolas de la espadaña son tardías dentro del mismo siglo, lo que indica una larga construcción o un añadido posterior."




Escultura:
Lo primero que podemos decir es que los altares están hechos con los restos de los viejos conventuales.
Muchas son las esculturas merecedoras de aludir a ellas, pero como esto haría necesario un trabajo monográfico, únicamente resaltaremos las que hemos creído de mayor interés.
"El conjunto que hoy ocupa el resto del presbiterio son los restos de lo que sin duda fue un buen retablo del primer tercio del siglo XVI pero ahora sólo vemos parte de su estructura, el sagrario y la imagen titular terriblemente repintados, y unas pinturas produciendo cuadros famosos o incorporando imágenes de devoción.
El retablo original constaba de tres calles con dos entrecalles intermedias, banco y sotobanco, dos cuerpos que en las entrecalles se subdividen en dos, remates curvos para cada calle y guardapolvos laterales. Los soportes son balaústres que sostienen entablamentos con querubines, y el banco y los guardapolvos se llenan de grotescos y estilizados róleos vegetales.
El sagrario es un gran conjunto muy desvencijado, de plata semiexagonal en la base de la calle central. Está organizado arquitectónicamente en tres cuerpos con hornacinas aveneradas para imágenes, los lados y relieves en el centro. Éstos son la Ascensión y la Piedad, quedando en medio un hueco que ocupa un moderno sagrario metálico. En las hornacinas están de izquierda a derecha y abajo a arriba: ángeles, profetas, ¿Santiago? (sin atributos), S. Marcos, profeta, S. Mateo, S. Juan Evangelista, ¿S. Lucas? (sin atributos) y S. Juan Bautista.
Ocupando las hornacinas de las entrecalles del banco hay un S. Pedro, con libro abierto en la mano derecha y sin llaves porque ha perdido la izquierda y S. Pablo, con libro cerrado y también perdida la espada.
En el hueco central del primer cuerpo está la titular Santa María Magdalena enteramente cubierta por una rizada melena que le llega hasta los pies, con manos juntas, rodeada por cuatro ángeles en actitud de llevarla hasta el cielo. La cara de esta imagen ha sufrido el efecto de los repintes, pero todas las anteriores conservan aún la policromía del original rica en oro, que nos permite adivinar la calidad del conjunto y lamentar aún más su estado actual.
A la izquierda de la nave hay un gran retablillo con la policromía estropeada y algunas piezas mal montadas, pero de buena factura de mediados del siglo XVIII. Consta de una ancha hornacina trilobulada entre columnas corintias con trapos y guirnaldas en el fuste, y dos grandes volutas de rocallas recortadas (al revés), y remata en un relieve con corona de nubes, querubines y rayos, cornisa curva y gran medallón de rocallas como copete.
En él hay un Cristo muerto, en cruz leñosa, de estilizada anatomía, y ceñido paño de pureza anudado a la izquierda, del primer tercio del siglo XVI.
Frente a él hay otro retablillo con restos del S. XVI recompuesto en el XVII.
Está formado por una hornacina de planta poligonal y cubierta avenerada, flanqueada por columnas corintias con espejos y rocallas en el fuste, que las separan de las calles laterales, con balaústres en los extremos. Están dedicadas a pinturas y cada una tiene dos tablas separadas por entablamentos de querubines y otros motivos renacentistas mal colocados.
Sobre este cuerpo se ha superpuesto un relieve de Dios Padre bendiciendo, del siglo XVI entre balaústres, veneras, y animales fantásticos, de la misma época pero rematado por un alto medallón (con el anagrama de la virgen y rocallas, del S. XVIII).
Está ocupado por una virgen del Rosario, de vestir y terriblemente repintada y su mayor interés son las pinturas."
Además de todas estas esculturas y otras no descritas, tenemos con talla decorativa una pila bautismal, troncocónica sobre pie cilindrico posiblemente del siglo XVI.
Hay también restos de un retablo, compuesto por un banco, hornacina avenerada entre pilastras y dos parejas de columnas jónicas con el fuste torso, y frontón triangular partido, con un entablamento de róleos de acantos. En el centro del banco lleva la inscripción:
"ESTE RETABLO MANDO/ACER EL CAPELLAN ALONSO/MARTíNEZ Y FVNDO EN SV AL/TAR VNA CAPELLANIA ACABOSE AÑO 1617".
Una pareja de relicarios de madera policromada, rectangulares con cápsulas de esta forma y rómbicas para las reliquias, adornados con volutas y cés en los costados, sobre base de gallones y rematados en frontón triangular partido (falta el de uno). Apoyan en astil de jarrón y base rectangular con perillas en las esquinas. Primera mitad del siglo XVII.

Pinturas:
Las únicas pinturas de esta iglesia son las tablas del retablo derecho de la nave, que a pesar de su deterioro conservan gran parte de su buen estilo.
Representan:
"La Adoración de los Reyes, con la Virgen sentada a la derecha, el niño de pie en su regazo y los tres Reyes ante ella uno de ellos arrodillado. Calle izquierda arriba.
La Circuncisión, sobre una mesa redonda con mantel en torno a la cual están S. José, la Virgen, la sacerdotisa Ana y el Sumo Sacerdote, con un fondo de arquitecturas clásicas. Calle izquierda abajo.
La Anunciación, con S. Gabriel a la izquierda, la Virgen medio arrodillada al otro lado y el Espíritu Santo en el Centro. Calle derecha arriba.
La Visitación con la Virgen y Santa Ana entre varias parcialmente desaparecidas por la pérdida total de la pintura. Calle derecha abajo.
Todas las tablas son obra del mismo pintor, muy clásicos los perfiles, vestidos y peinados de las figuras y las arquitecturas de fondo, que recuerda bastante la pureza de líneas de Pedro de Campaña y por tanto fechables en el segundo tercio del S. XVI. Como la estructura que las acompaña pertenecían a otro conjunto y para acoplarlas a éste han sido lateralmente cortadas, de modo que hay figuras en los bordes que sólo se ven parcialmente.
En el banco del retablo hay otras dos pinturas igualmente aprovechadas, pero tan dañadas que difícilmente se puede asegurar si pertenecen al mismo conjunto.
En el extremo izquierdo a penas se ve un jinete sobre un caballo blanco que interpretamos como Santiago Matamoros, y en el otro un anciano con vestiduras rojas y libro que pudiera ser, S. Jerónimo como Cardenal y padre de la iglesia.

Orfebrería:
La orfebrería se manifiesta a través de dos hostiarios, dos juegos de crismeras, dos portaviáticos, dos cálices, una cucharilla, pareja de vinajeras, dos nimbos y una bola todos de plata. Además hay una cruz procesional y una custodia, que nos parece deben ser descritas.
"Cruz procesional de plata dorada, con punzones. Tiene brazos rectos con extremos flordelisados y medallones cuatrilobulados junto a ellos, crestería en todo su contorno, pináculos en los extremos y cuadrante central. Se encaja en macoya arquitectónica de planta exagonal y dos cuerpos de hornacinas superpuestas entre contrafuertes. De cada cara cuelga una campanita. Lleva Cristo de bulto en el anverso y Magdalena en los medallones del anverso. Los cuatro Evangelistas en los del reverso; y los apóstoles en la macoya; grutesco "acandelieri" en los brazos y acantos en la macoya Alt. tot. 1,13 brazo 0,59, Alt. macoya 0,43 m. S. XVI".
"Custodia de plata dorada, con punzones tiene forma de templete de base ovalada y dos cuerpos sostenidos por columnillas jónicas. El inferior guarda un viril de rayos curvos y rectos, y el superior una campanita y remata el mundo y cruz. Apoya en astil de jarrón con nudo ovoide y base circular escalonada, y se decora con medallones entre cés y estilizaciones vegetales, repujadas y grabadas sobre fondo punteado para aumentar el contraste, y lleva otras campanillas colgando. En la moldura central de la base tiene la siguiente inscripción continuamente interrumpida por motivos ornamentales:
"ESTA CVSTODIA SE ICO SIENDO CVRA FRAI TOMAS GARCIA ANO M617." ALT. 58, diám. base 16,7, iid. viril 16,5 cm."
Según Gómez-Moreno, había en la iglesia un ostentorio en forma de templete de fines del siglo XVI, con la marca de un Pedro Ruiz desconocido y que al parecer está depositado en Mijares.
En metales como el cobre repujado hay una cruz procesional del S. XVI, y en bronce tenemos: incensiario, pareja de portapaces S. XVI, cruz de altar S. XVII-XVIII y candelabro S. XVII-XVIII.


Ermita del Humilladero
Dos son las ermitas de las que tenemos conocimiento han existido en Aldeanueva. Se trata de la ermita de Santa Bárbara de la que apenas si quedan restos y de la ermita del Humilladero que hoy día mantiene intacta su arquitectura. De la primera de ellas, la de Santa Bárbara, que se ubica en el camino de La Lastra sobre un montículo situado en la dehesa del mismo nombre y, perceptible desde la iglesia de Aldeanueva, con una distancia aproximada entre ambas de un kilómetro.
La imagen de Santa Bárbara que seguro es la que en tiempos pasados tuvo presencia en dicha ermita se halla actualmente en la Iglesia parroquial.

La Ermita del Humilladero era una realidad en la mitad del siglo XVIII. La descripción que de ella hace Madoz es la que sigue:
"...en las afueras en dirección al barrio de El Bardal y del Barrio hay una ermita llamada del Humilladero, en sitio delicioso que da al valle de Becedas".

Arquitectura:
La cabecera es la más antigua, construída de buena sillería en planta semicochavada que se cubre con un tramo de cañón y otro abocinado correspondiente al quiebro de los muros. Se abre por un arco de medio punto almohadillado que había de ser el frente del primitivo humilladero.
A este primer núcleo arquitectónico se añadió posteriormente una nave de mampostería y cubierta de par y nudillo, con estrellas de ocho crucetas en el almizate, que corta parcialmente las jambas almohadilladas del arco de la cabecera. En el muro izquierdo tiene tapiado un arco de medio punto de regular dovelaje que daba paso a una sacristía añadida posteriormente y hoy eliminada, y que sin duda es un arco trasladado de otro lugar.
Esta nave tenía fachada a los pies con una pequeña espadaña sobre el arco de la puerta, pero ahora queda oculta por un profundo atrio cubierto con tejado a dos aguas que la protege.
La cabecera fue hecha en el último tercio del S. XVI y posiblemente en el XVIII se prolongó con la nave. El atrio es un añadido de fecha indeterminada. Escultura
El Cristo del Humilladero, titular de la Ermita, es una imagen gótica, cuyo tipo pertenece al siglo XIV. Tiene torso liso vientre abultado, piernas cruzadas y manos bendiciendo. El paño de pureza es corto, plegado en V sobre los muslos y con el extremo colgado sobre la cadera izquierda. La fiesta
La fiesta del Cristo del Humilladero se celebra el 14 de septiembre desde tiempo inmemorial, siendo un día de auténtica devoción.
Los muchos romeros que siguen al Cristo en procesión tienen por costumbre exclamar ante la amada imagen:
Cristo del Humilladero
que fuiste desaparecido,
te llevaron a la iglesia
y volviste al espino.

Bibliografía: Historia de Aldeanueva de Santa Cruz y Vida y Obra de la Beata Sor María de Santo Domingo.
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