Escultura:
Lo primero que podemos decir es que los altares están hechos con los restos
de los viejos conventuales.
Muchas son las esculturas merecedoras de aludir a ellas, pero como esto
haría necesario un trabajo monográfico, únicamente resaltaremos las que
hemos creído de mayor interés.
"El conjunto que hoy ocupa el resto del presbiterio son los restos
de lo que sin duda fue un buen retablo del primer tercio del siglo XVI pero
ahora sólo vemos parte de su estructura, el sagrario y la imagen titular
terriblemente repintados, y unas pinturas produciendo cuadros famosos o
incorporando imágenes de devoción.
El retablo original constaba de tres calles con dos entrecalles intermedias,
banco y sotobanco, dos cuerpos que en las entrecalles se subdividen en dos,
remates curvos para cada calle y guardapolvos laterales. Los soportes son
balaústres que sostienen entablamentos con querubines, y el banco y los
guardapolvos se llenan de grotescos y estilizados róleos vegetales.
El sagrario es un gran conjunto muy desvencijado, de plata semiexagonal
en la base de la calle central. Está organizado arquitectónicamente en tres
cuerpos con hornacinas aveneradas para imágenes, los lados y relieves en
el centro. Éstos son la Ascensión y la Piedad, quedando en medio un hueco
que ocupa un moderno sagrario metálico. En las hornacinas están de izquierda
a derecha y abajo a arriba: ángeles, profetas, ¿Santiago? (sin atributos),
S. Marcos, profeta, S. Mateo, S. Juan Evangelista, ¿S. Lucas? (sin
atributos) y S. Juan Bautista.
Ocupando las hornacinas de las entrecalles del banco hay un S. Pedro, con
libro abierto en la mano derecha y sin llaves porque ha perdido la izquierda
y S. Pablo, con libro cerrado y también perdida la espada.
En el hueco central del primer cuerpo está la titular Santa María Magdalena
enteramente cubierta por una rizada melena que le llega hasta los pies,
con manos juntas, rodeada por cuatro ángeles en actitud de llevarla hasta
el cielo. La cara de esta imagen ha sufrido el efecto de los repintes, pero
todas las anteriores conservan aún la policromía del original rica en oro,
que nos permite adivinar la calidad del conjunto y lamentar aún más su estado
actual.
A la izquierda de la nave hay un gran retablillo con la policromía estropeada
y algunas piezas mal montadas, pero de buena factura de mediados del siglo
XVIII. Consta de una ancha hornacina trilobulada entre columnas corintias
con trapos y guirnaldas en el fuste, y dos grandes volutas de rocallas recortadas
(al revés), y remata en un relieve con corona de nubes, querubines y rayos,
cornisa curva y gran medallón de rocallas como copete.
En él hay un Cristo muerto, en cruz leñosa, de estilizada anatomía, y ceñido
paño de pureza anudado a la izquierda, del primer tercio del siglo XVI.
Frente a él hay otro retablillo con restos del S. XVI recompuesto en el
XVII.
Está formado por una hornacina de planta poligonal y cubierta avenerada,
flanqueada por columnas corintias con espejos y rocallas en el fuste, que
las separan de las calles laterales, con balaústres en los extremos. Están
dedicadas a pinturas y cada una tiene dos tablas separadas por entablamentos
de querubines y otros motivos renacentistas mal colocados.
Sobre este cuerpo se ha superpuesto un relieve de Dios Padre bendiciendo,
del siglo XVI entre balaústres, veneras, y animales fantásticos, de la misma
época pero rematado por un alto medallón (con el anagrama de la virgen y
rocallas, del S. XVIII).
Está ocupado por una virgen del Rosario, de vestir y terriblemente repintada
y su mayor interés son las pinturas."
Además de todas estas esculturas y otras no descritas, tenemos con talla
decorativa una pila bautismal, troncocónica sobre pie cilindrico posiblemente
del siglo XVI.
Hay también restos de un retablo, compuesto por un banco, hornacina avenerada
entre pilastras y dos parejas de columnas jónicas con el fuste torso, y
frontón triangular partido, con un entablamento de róleos de acantos. En
el centro del banco lleva la inscripción:
"ESTE RETABLO MANDO/ACER EL CAPELLAN ALONSO/MARTíNEZ Y FVNDO EN SV AL/TAR
VNA CAPELLANIA ACABOSE AÑO 1617".
Una pareja de relicarios de madera policromada, rectangulares con cápsulas
de esta forma y rómbicas para las reliquias, adornados con volutas y cés
en los costados, sobre base de gallones y rematados en frontón triangular
partido (falta el de uno). Apoyan en astil de jarrón y base rectangular
con perillas en las esquinas. Primera mitad del siglo XVII.
Pinturas:
Las únicas pinturas de esta iglesia son las tablas del retablo derecho de
la nave, que a pesar de su deterioro conservan gran parte de su buen estilo.
Representan:
"La Adoración de los Reyes, con la Virgen sentada a la derecha, el niño
de pie en su regazo y los tres Reyes ante ella uno de ellos arrodillado.
Calle izquierda arriba.
La Circuncisión, sobre una mesa redonda con mantel en torno a la cual están
S. José, la Virgen, la sacerdotisa Ana y el Sumo Sacerdote, con un fondo
de arquitecturas clásicas. Calle izquierda abajo.
La Anunciación, con S. Gabriel a la izquierda, la Virgen medio arrodillada
al otro lado y el Espíritu Santo en el Centro. Calle derecha arriba.
La Visitación con la Virgen y Santa Ana entre varias parcialmente desaparecidas
por la pérdida total de la pintura. Calle derecha abajo.
Todas las tablas son obra del mismo pintor, muy clásicos los perfiles, vestidos
y peinados de las figuras y las arquitecturas de fondo, que recuerda bastante
la pureza de líneas de Pedro de Campaña y por tanto fechables en el segundo
tercio del S. XVI. Como la estructura que las acompaña pertenecían a otro
conjunto y para acoplarlas a éste han sido lateralmente cortadas, de modo
que hay figuras en los bordes que sólo se ven parcialmente.
En el banco del retablo hay otras dos pinturas igualmente aprovechadas,
pero tan dañadas que difícilmente se puede asegurar si pertenecen al mismo
conjunto.
En el extremo izquierdo a penas se ve un jinete sobre un caballo blanco
que interpretamos como Santiago Matamoros, y en el otro un anciano con vestiduras
rojas y libro que pudiera ser, S. Jerónimo como Cardenal y padre
de la iglesia.
Orfebrería:
La orfebrería se manifiesta a través de dos hostiarios, dos juegos de crismeras,
dos portaviáticos, dos cálices, una cucharilla, pareja de vinajeras, dos
nimbos y una bola todos de plata. Además hay una cruz procesional y una
custodia, que nos parece deben ser descritas.
"Cruz procesional de plata dorada, con punzones. Tiene brazos rectos con
extremos flordelisados y medallones cuatrilobulados junto a ellos, crestería
en todo su contorno, pináculos en los extremos y cuadrante central. Se encaja
en macoya arquitectónica de planta exagonal y dos cuerpos de hornacinas
superpuestas entre contrafuertes. De cada cara cuelga una campanita. Lleva
Cristo de bulto en el anverso y Magdalena en los medallones del anverso.
Los cuatro Evangelistas en los del reverso; y los apóstoles en la macoya;
grutesco "acandelieri" en los brazos y acantos en la macoya Alt. tot. 1,13
brazo 0,59, Alt. macoya 0,43 m. S. XVI".
"Custodia de plata dorada, con punzones tiene forma de templete de base
ovalada y dos cuerpos sostenidos por columnillas jónicas. El inferior guarda
un viril de rayos curvos y rectos, y el superior una campanita y remata
el mundo y cruz. Apoya en astil de jarrón con nudo ovoide y base circular
escalonada, y se decora con medallones entre cés y estilizaciones vegetales,
repujadas y grabadas sobre fondo punteado para aumentar el contraste, y
lleva otras campanillas colgando. En la moldura central de la base tiene
la siguiente inscripción continuamente interrumpida por motivos ornamentales:
"ESTA CVSTODIA SE ICO SIENDO CVRA FRAI TOMAS GARCIA ANO M617." ALT. 58,
diám. base 16,7, iid. viril 16,5 cm."
Según Gómez-Moreno, había en la iglesia un ostentorio en forma de templete
de fines del siglo XVI, con la marca de un Pedro Ruiz desconocido y que
al parecer está depositado en Mijares.
En metales como el cobre repujado hay una cruz procesional del S. XVI, y
en bronce tenemos: incensiario, pareja de portapaces S. XVI, cruz de altar
S. XVII-XVIII y candelabro S. XVII-XVIII.
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Ermita del Humilladero
Dos son las ermitas de las que tenemos conocimiento han existido en Aldeanueva.
Se trata de la ermita de Santa Bárbara de la que apenas si quedan
restos y de la ermita del Humilladero que hoy día mantiene intacta
su arquitectura. De la primera de ellas, la de Santa Bárbara, que
se ubica en el camino de La Lastra sobre un montículo situado en
la dehesa del mismo nombre y, perceptible desde la iglesia de Aldeanueva,
con una distancia aproximada entre ambas de un kilómetro.
La imagen de Santa Bárbara que seguro es la que en tiempos pasados
tuvo presencia en dicha ermita se halla actualmente en la Iglesia parroquial.
La Ermita del Humilladero era una realidad en la mitad del siglo XVIII.
La descripción que de ella hace Madoz es la que sigue: "...en
las afueras en dirección al barrio de El Bardal y del Barrio hay
una ermita llamada del Humilladero, en sitio delicioso que da al valle de
Becedas".
Arquitectura:
La cabecera es la más antigua, construída de buena sillería
en planta semicochavada que se cubre con un tramo de cañón
y otro abocinado correspondiente al quiebro de los muros. Se abre por un
arco de medio punto almohadillado que había de ser el frente del
primitivo humilladero.
A este primer núcleo arquitectónico se añadió
posteriormente una nave de mampostería y cubierta de par y nudillo,
con estrellas de ocho crucetas en el almizate, que corta parcialmente las
jambas almohadilladas del arco de la cabecera. En el muro izquierdo tiene
tapiado un arco de medio punto de regular dovelaje que daba paso a una sacristía
añadida posteriormente y hoy eliminada, y que sin duda es un arco
trasladado de otro lugar.
Esta nave tenía fachada a los pies con una pequeña espadaña
sobre el arco de la puerta, pero ahora queda oculta por un profundo atrio
cubierto con tejado a dos aguas que la protege.
La cabecera fue hecha en el último tercio del S. XVI y posiblemente
en el XVIII se prolongó con la nave. El atrio es un añadido
de fecha indeterminada. Escultura
El Cristo del Humilladero, titular de la Ermita, es una imagen gótica,
cuyo tipo pertenece al siglo XIV. Tiene torso liso vientre abultado, piernas
cruzadas y manos bendiciendo. El paño de pureza es corto, plegado
en V sobre los muslos y con el extremo colgado sobre la cadera izquierda.
La fiesta
La fiesta del Cristo del Humilladero se celebra el 14 de septiembre desde
tiempo inmemorial, siendo un día de auténtica devoción.
Los muchos romeros que siguen al Cristo en procesión tienen por costumbre
exclamar ante la amada imagen:
Cristo del Humilladero
que fuiste desaparecido,
te llevaron a la iglesia
y volviste al espino.
Bibliografía: Historia de Aldeanueva de Santa Cruz y Vida y Obra de la Beata
Sor María de Santo Domingo.
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